
No estaba a la vista.
Casi nada está a simple vista.
No está a la vista el tiempo
ni la sombra de los pies cuando caminas.
No está a la vista el presente,
inclusive.
Al menos no está a la simple vista.
Y esque somos tan complejos,
maravillosos y complejos,
que preferimos ver el charco
en lugar del ángel.
Somos tan complejos,
maravillosos y complejos,
que preferimos resbalarnos con agua
en lugar de sueños.