8.9.08




Los Trapos que hay que Lavar...

Tintoretto en realidad no se llamaba así. Se llamaba Jacopo Comin pero resulta que su papá era tintorero y le tocó de apodo ser "el pequeño tintorero", o sea, Tintoretto.

Él nunca fue docto en las labores de mantener la ropita bien planchada y acomodada en su lugar. La dejaba hecha trizas y, eso sí, magistralmente manchada.

Lo suyo, lo suyo fue pintar de luz otra tela y lo hizo bien, loco, apasionado, encerrado en su estudio sin que nadie se acercara. Tintoretto lavó sus trapos con pintura, desde dentro. Los lavó de colores que siguen limpiecitos hasta hoy. Limpios y estudiados, andados, incomprendidos, alabados. Se dice de su obra que es la que cerró el Renacimiento.

La verdad la referencia del nombre va para otro lado. Tintoretto es el eje vial que pasa aquí nomasito, a unas cuadritas de mi casa. Uno que ahora transito más, con los pies.

Ahora decidí caminar. También un poco de bicicleta. A veces un taxi. De pronto Metrobús. Entonces bajo al metro.

Voy a lavar unos trapos. Unos trapos urbanos. Como peregrino de la ciudad voy a darme un tiempo para caminarla, no para apabullarme con el volante. El que era mi coche ahora es de otro.

Yo voy a caminar para lavar unos trapos, unos enojos de tráfico, una desesperación de estacionamiento, un desencanto de encierro.

Voy a acercarme al pavimento, caliente a veces. Hoy, frío.

3 comments:

Lorelee Arias said...

Acabo de conocer este lugar, no sabía que existía... pero leí y leí y leí...

y sonreí...

L.

Sofia Elena said...

"Veía mis pies recorrer,
Pasos que no eran míos."

Volver a apropiarse de nuestros pasos siempre viene bien... Yo también empiezo a recorrerme de nuevo.

Besos con añoranza,

se.

Arturo Peón said...

Pablo:

¿Te quedaste atorado en el tráfico del Eje Vial Tintoretto y por eso es que no has vuelto a escribir? ¿Cuándo tenderás nuevos trapos en tu blog?