Él veía cómo todos tomaban los ladrillos alrededor.
y sonreía.
hasta que un día tomó un ladrillo, pensó en el sitio donde sería mejor ponerlo y justo ahí lo dejó. con una intención clara y concreta, lo puso junto a una barda, y bajo un árbol o en un risco e inclusive lo acomodó en el tercer piso de un hogar en construcción.
sonreía porque era el inicio de su camino.
y sonreía mucho.
muchísimo.
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